Desde 1987 se evoca a nivel mundial, el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres impulsado por la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) con el objetivo de reafirmar el derecho a la salud de las mujeres como derecho humano fundamental, debiéndose garantizar por los Estados sin restricciones.
En la actual realidad de nuestro país los derechos conseguidos se encuentran hoy amenazados, puestos en cuestión, derogados, ninguneados. Resulta llamativo que frente a los enormes avances logrados en materia de leyes y políticas públicas garantistas, se los pretenda borrar de un plumazo.
Los desafíos de nuestro tiempo parecen ser: defender lo ganado, recuperar lo perdido. No hay vuelta atrás, en la memoria colectiva residen las trayectorias de lucha de los pueblos. Las mujeres y diversidades nunca vamos a olvidar que el aborto es legítimo y legal. Luego de décadas de lucha, logramos autonomía y libertad sobre nuestros cuerpos, y afirmar que las decisiones sobre estos nos pertenecen.
Ni las más regresivas políticas públicas actuales podrán hacernos olvidar que merecemos vidas vivibles: vidas libres de violencias de género, políticas de Estado con perspectiva de géneros no binarias, acceso a los derechos sexuales y (No) reproductivos y a todos los derechos que hacen a una vida digna.
Desde la Comisión Nacional de Géneros, Diversidades y Disidencias decimos: la Salud NO es un negocio de quien tiene y quien puede, no hay salud con políticas de vaciamiento. Sin salud pública y sin Salud Mental no hay salud para las mujeres ni cuerpos gestantes. La Salud está en la integralidad e interdependencia de todos los Derechos. Es por ello que exigimos el compromiso indelegable del Estado en la garantía de todos nuestros derechos.