Desde la Comisión Nacional de Géneros, Diversidades y Disidencias de la FePRA apoyamos y convocamos a participar de las diferentes y numerosas acciones que se llevarán a cabo durante la jornada del 8 M en todo el país.
El 8M, como llamamos a este día de memoria y de lucha por los derechos de las mujeres, solíamos recordar las víctimas asesinadas en la fábrica Cotton en 1908 tras el reclamo por mejoras en las condiciones laborales. Solíamos vincular las desigualdades de entonces con las desigualdades de cada presente, solíamos decir “no queremos flores, queremos que nos respeten”, “igual salario por igual trabajo” solíamos recordar que a aún hoy las estadísticas mundiales continúan reflejando asimetrías entre varones y mujeres en cuanto a derechos fundamentales como trabajo, salud y educación. Solíamos visibilizar lo que aún nos falta.
No obstante, Argentina es un país respetado en el mundo por los estándares de sus políticas de Derechos Humanos, por el gran avance en los marcos legislativos progresivos en cuanto al paradigma de Salud Mental y por el despliegue de políticas públicas relacionadas a la Equidad de Géneros y Diversidades.
Sabemos que detrás de cada derecho hay una larga historia de debate social y de luchas, nada nos ha sido regalado. Desde hace unos meses todo parece estar puesto en cuestión, se criminaliza la protesta social mientras se aplican políticas económicas que castigan cada vez más a la población en su conjunto y a las mujeres particularmente (lesbianas, bisexuales, travestis, trans, originarias, no binarias, indígenas y afros), Indiferencia, crueldad y violencia parecen signar nuestro tiempo.
La prohibición del lenguaje inclusivo y todo lo respectivo a la perspectiva de género responde a políticas de ultraderecha que legitiman discursos de odio y retrasan profundamente todo lo avanzado en materia de derechos.
Asistimos a la violencia de la indiferencia y de la tergiversación de las palabras porque ¿qué es libertad sin el- legítimo- derecho a ejercer nuestros derechos?
Las mujeres y disidencias aprendimos que no hay futuro posible en la resignación y el silencio. Por ello afirmamos que NO HAY SALUD MENTAL PARA NOSOTRES, SIN PERSPECTIVA DE GÉNERO, siendo este un eje fundamental para elaborar políticas públicas que respondan a la justicia social.
Trabajadorxs somos todes. Eso que llaman amor es trabajo no remunerado, es en realidad vulneración de derechos.
Comisión Nacional de Géneros, Diversidades y Disidencias